Las zonas más bonitas de la Costa Brava

Si es verano, acabáis de llegar de Barcelona y vuestra intención es desconectar de tanta gente y del calor intenso que se encuentra en la ciudad, es un buen momento para coger el coche, el tren o el bus y acercarse a la Costa Brava. En menos de 2 horas os podéis encontrar en el paraíso.

Para empezar, si paráis en Tossa de Mar, podéis tumbaros en la Cala Pola, un pequeño rincón en el que se puede disfrutar de una naturaleza interesante si no hay mucha gente.

Aunque la zona de Tossa de Mar (y el pueblo en sí) tienen mucho encanto, si se sube hasta Begur se puede disfrutar de las mejores vistas, playas y gastronomía que tal vez se pueda encontrar en la Costa Brava. En la zona de begur, escondida, se encuentra Aiguablava, uno de los rincones mágicos de la zona.

Subiendo más al norte, se planta el Parque natural de Montgrí, el cual merece la pena si se encuentra en la zona, del mismo modo que ir a visitar las “Illes Medes” en barquito.

Para finalizar, hay que llegar hasta Cadaqués, el pueblo más bonito de Catalunya según algunos. Un pueblo de pescadores, blanco, pequeñito, en el que para llegar hay que sufrir muchas curvas, pero hay que decir que merece la pena. Poder acabar (o empezar las vacaciones) en un paraíso como es Cadaqués no tiene precio. Aprovechar la estancia para visitar Portlligat y el Cap de Creus, y así  disfrutar de las vistas que presentan éstos últimos lugares.

Costa brava es una zona que llena de sus mágicos paisajes, disfruta de una gastronomía mediterránea que alguna vez en la vida hay que saborear, y que mejor que en tal magnífico lugar.